domingo, 3 de mayo de 2009

LA MAL LLAMADA MEMORIA HISTORICA (1ª PARTE)

La Ley de la Memoria Histórica, como la mayoría de leyes de este gobierno, solo pone de manifiesto la parcialidad con que ZP trata la Guerra Civil Española.

Si de verdad fuese memoria histórica, debería de ser imparcial y recoger todos los hechos, para que sean recordados y no volvamos a cometer los mismos errores.

Pero ese afán de querer ganar una guerra que perdieron, solo le hace mentir y cambiar la realidad histórica, cayendo en casos absurdos como el que a continuación voy a citar.

El tres de Agosto de 1936, las tropas republicanas bombardearon la ciudad de Zaragoza, siendo uno de sus objetivos la Basílica del Pilar, lanzando tres bombas sobre ella, bombas que no llegaron a explotar, pero dejando a parte esa cuestión y sin entrar a valorar si fue un milagro de la Virgen, o un fallo del piloto, o un fallo en el montaje de la bomba, lo cierto es que las tropas republicanas pretendían volar la Basílica, hecho incuestionable.

En este momento el PSOE, ha decidido borrar esta fecha del callejero de Zaragoza, quizás, pretendiendo que la gente olvide lo sucedido y poder dentro de pocos años rescribir este capítulo de la Historia de España.

Dentro de esta nefasta actuación, se engloba también la adjudicación de calles a hombre de la izquierda, cuyo historial sangriento dejará mucho que desear, si se quita una calle a un personaje vinculado al Franquismo, ¿por qué darle el nombre a una calle de un anarquista?. Puede que sea para limpiar sus conciencias, ya que aunque lo presenten como un luchador por la libertad, y que murió en el exilio, nos ocultan, o pasan muy por encima, que fue detenido varias veces por el gobierno de la republica, y que fue la republica quien le obligo a exiliarse, ya que este, se alzó en armas contra ellos, y su idea de Nación y de democracia, no es precisamente un gran ejemplo a seguir, ya que la propia izquierda de PSOE, intento eliminarlo. Diremos, que el mayor enemigo de la republica fue el PSOE, y que en sus filas como en las del PC, están los mayores traidores a la Patria que fueron capaces de provocar tanto los disturbios contra la republica, como la ruina de España con un desgobierno dentro de España y en el exilio, pero que fueron capaces de eliminar a sus enemigos, y presentarse ante todos como victimas del Franquismo y herederos de la izquierda opositora, cuando lo único que hicieron fue vivir como reyes en el exilio y dilapidar el dinero robado al pueblo Español.

En días sucesivos, analizare otros cambios de nombre de calles, ya que seguro que hay otros muchos curiosos.

Antecedentes:


Desaparece la calle Tres de Agosto.- Nunca olvidaremos lo sucedido esa noche, esta calle pasará a denominarse: Mohamed Ali Amar “Nayim”, héroe de la Recopa.

En la noche del 2 al 3 de agosto de 1936, apenas dos semanas de iniciarse la Guerra Civil Española, un avión trimotor Fokker F. VII –concretamente el EC-PPA- de la LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas) militarizado por el bando republicano, recibida orden del Coronel Sandino (bautizado en El Pilar), salió del aeródromo militar del Prat de Llobregat para bombardear Zaragoza. Se lanzaron cuatro bombas sobre la basílica, una de 10 kg y tres de 50 kg de peso. Una de ellas cayó en la plaza del Pilar, a pocos metros de la entrada del templo; otra, en el río, y las dos últimas impactaron sobre la cubierta de la Iglesia. De estas dos, la primera entró a la basílica por el coreto del Cabildo y la cámara Angélica y dañó ligeramente una pintura de Goya, y la segunda chocó con una de las pechinas de una cúpula, pero no llego a penetrar en el templo. Sorprendentemente, ninguna de las cuatro hizo explosión. El piloto del aparato, según algunas fuentes, fue el alférez Villa Ceballos, apodado el Negus (muerto poco después en el frente de batalla). Según éste, el avión contaba con dos bombas más, pero al ver que ninguna de las cuatro que había tirado hizo explosión, su extrañeza y su asombro fueron tales que regresó a Barcelona. Otras fuentes (Luis Sorando, el “bombardeo” del Pilar. Heraldo de Aragón, 27 de octubre de 1990) señalan que el piloto era Manuel Gayoso Suárez, que había obtenido su titulo de piloto militar en 1922 con la 4ª promoción siendo soldado de ingenieros, y durante la Guerra de Marruecos había participado en numerosas misiones siendo deribado en dos ocasiones (24 de mayo y 31 de junio de 1924) y el 6 de septiembre de 1925 con un aparato Breguet nº 14 fue alcanzado por dos balas que le rompieron el fémur, pese a lo cual pudo aterrizar en Ben Karrich .Con posterioridad al bombardeo del Pilar pasaría a dirigir la Escuela de Polimotores de Reus.

Todas las otras bombas arrojadas a Zaragoza antes y después explotaron, excepto las cuatro que se lanzaron contra la basílica. Sin embargo, los republicanos no volvieron a repetir la hazaña de bombardear el Pilar. El director del Parque de Artillería de Zaragoza analizó la bomba caída en la plaza –la única que quedó entera para poderla estudiar- y habló de un error de fabricación: “la espoleta funcionó, su aguja hirió y dio fuego a la cápsula fulminante, principio de la cadena… que estaba completa (pólvora, cebo y multiplicador), pero su orden cuando la vimos, no era el debido, ya que a continuación de la pólvora venía el multiplicador y a la mitad de éste, el cebo de nitro, que aparecía intacto”. Otros expertos han asegurado que las bombas se lanzaron a unos 150 o 200 metros de altura y no a más de menos 300 metros, que era el mínimo para que hicieran explosión.

A pesar de ello, muchos creyentes no dejan de considerar prodigioso el caso: el milagro, bien por intervención divina o por la mano humana encargada de preparar las bombas , se habría producido de todas las maneras. Y es que la Virgen prometió protección al Pilar en su visita.

El PSOE dedica una calle a un anarquista, Joaquín Ascaso.

Fue un sindicalista muy activo, tanto dentro de su sindicato como al frente de los parados. Peón de albañil, tuvo un papel muy activo en el sindicato de la Construcción de la CNT que, durante la IIª República, fue considerado como uno de los más activos y radicalizados de la ciudad. Pero también fue un activista que formó parte de grupos de afinidad anarquista como el grupo Los Indomables con Ramón Andrés y otros, y en ocasiones, colaboró con el grupo Los Solidarios- Nosotros de Durruti, de su primo Francisco Ascaso, García Oliver y otros. Pertenecía, por tanto, al sector más radical de la CNT y estuvo muy relacionado con el anarquismo catalán, cosa bastante habitual desde la Iª Internacional. Formó también parte de la FAI.
A los 18 años, su temprano activismo, le llevó al exilio en 1924, poco después de proclamarse la Dictadura de Primo de Rivera. Volvió a España unido a una obrera francesa cuando se proclamó la IIª República y, con apenas 25 años, se convirtió en un destacado militante: miembro del primer comité de las Juventudes Revolucionarias de Zaragoza (mayo de 1931), se involucró en las luchas contra el paro que se produjeron en los primeros meses de la República y fue nombrado presidente de los albañiles y peones en octubre de 1931.
Su activismo y su impaciencia por ver estallar la ansiada revolución le llevaron en diversas ocasiones a sufrir detenciones y encarcelamientos durante la República. Fue detenido por su relación con los actos de solidaridad que se llevaron a cabo en pueblos de Teruel como Castel de Cabra o Alcorisa, en relación con los detenidos y deportados (108 presos entre ellos Durruti y su primo Francisco) por los levantamientos revolucionarios del Alto LLobregat (enero 1932). De nuevo fu detenido y encarcelado por su participación en la planificación de la sublevación anarquista de diciembre de 1933.
Pero su activismo nunca le alejo de la realidad a la que siguió unido como trabajador de la construcción y sindicalista. En mayo de 1936, representó al sindicato de la Construcción en el Congreso que la CNT celebró en Zaragoza.
Cuando estalló la sublevación militar del 18 de julio del 36, estaba en Barcelona afectado por la muerte prematura de un hijo suyo, y participó en las luchas para sofocarla. Salió de allí con la columna “Durruti” y se unió más tarde a la columna “Ortiz”, a la que representó en la ponencia que, en el pleno de Bujaraloz, decidió la constitución del Consejo de Aragón. Se exilió a Francia en julio de 1938, siendo detenido durante siete meses en Marsella. Sufrió un intento de asesinato y en 1947 se marchó a Bolivia y, finalmente, a Venezuela donde se instaló en 1948. En el exilio fundó, en la década de los sesenta, con otros compañeros el grupo Fuerza Única.