martes, 6 de octubre de 2009

¿TRAIDOR A FRANCO O TRAIDOR A LA REPUBLICA?

Es el caso de la aprobado Ley de Memoria Histórica. El Presidente del Gobierno (que se educó en colegios religiosos de pago, obligó a sus hijos a recibir la Primera Comunión, y ahora se declara ateo y persigue hasta donde puede los principios de una religión que hasta hace bien poco practicaba) ha hecho bandera de su sectarismo en base a que su abuelo, - Juan Rodríguez Lozano – fue fusilado “en defensa de la democracia y de la República” por un tribunal militar franquista.
Recordemos que el matrimonio Zapatero tuvo un abuelo Guardia Civil, - Gregorio Díaz- que se alzó en armas bajo el mando del coronel Almoneda contra el Gobierno de la República en la ciudad de Ávila. Y otro, capitán del ejército, Juan Rodríguez Lozano, que fue procesado, condenado y fusilado por tribunales militares del bando nacional.Este último, con el que tanto se identifica el presidente del Gobierno, hasta el punto de homologar su muerte con las de las víctimas de ETA, tiene un currículum fascinante y contradictorio.
Sus primeras experiencias militares las tuvo en África, donde ejerció el cargo a las órdenes del General Sanjurjo, consiguiendo la medalla al mérito militar.
Una vez en la península, y cuando se produjo la rebelión contra el gobierno legítimo de la República en 1934, bajo las órdenes inmediatas del coronel Vicente La Fuente Valenzuela, y mediatas del general Franco Bahamonde, participó activamente en la represión de los mineros y socialistas asturianos.
Sofocada la misma fue procesado por “violar el artículo 329.4º del Código de Justicia Militar”, imponiéndole el correctivo de ocho meses de suspensión de empleo y sueldo. Había jurado no pertenecer a ningún partido, sociedad ni organización a las que hacía referencia aquella norma, y, sin embargo se acreditó su afiliación socialista y el ofrecimiento escrito hecho a Julián Zugazagoitia (director de El Socialista) para colaborar con el periódico bajo seudónimo, agente de información y captación de simpatizantes entre los compañeros del Cuerpo.
Y, así mismo, había sido miembro de la masonería, ingresando en la Logia Emilio Menéndez Pallarés nº 15 (con el seudónimo de Rousseau), en calidad de aprendiz, primero, y compañero, en 1933. La sanción, pues, tuvo su origen en haberse extralimitado en la represión de la rebelión de Asturias y su militancia en un sociedad secreta, impuesta por un Tribunal en defensa de la II República, gobernada en aquellos momentos por Lerroux y Gil Robles.
El lado oscuro del volantinero e inquieto abuelo de Zapatero está en el momento en que se produce el alzamiento militar de 1936 contra el gobierno republicano, tres meses después de haber conseguido el indulto de la sanción referida.
La insurrección de las Capitanías había sido desigual. Pero en León, el 18 de julio de 1936 triunfaron los sublevados. A partir de esa fecha de produce un trasiego de personas y de militares que abandonan su lugar de vida o destino para pasarse al otro bando: del republicano al nacional, y del nacional al republicano.
El abuelo de Zapatero se encuentra en el pueblo de su esposa. – San Pedro de Luna,- y se dirige a León, donde ha triunfado el levantamiento, atravesando pueblos y parajes donde todavía guerrean los afectos a la República (Leitariegos, Araya de Luna, Laciana, etc). ¿Por qué no se unió a la resistencia, y, por el contrario, continuó hasta León donde estaban los sublevados?
Este es el lado oscuro al que me refería. Quizás en su procesamiento pesaron en su contra las cartas dirigidas a Martínez Barrio por el Presidente y Secretario del Frente Popular de León, y del coronel de Seguridad, Sr. Puigdendola, a quien pedían que el Sr. Rodríguez Lozano fuera nombrado capitán de los Guardias de Asalto, “que haría excelente labor de depuración en la plantilla de la guarnición de León”.
Más tarde, un significado socialista histórico, -Blas Soto Diez- ya fallecido, amigo del abuelo y del nieto, consideró que el capitán Lozano se entregó a los nacionales en León “para luchar con ellos”, quienes, no fiándose, lo detuvieron, juzgaron y condenaron.

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